En la cuna del Renacimiento no todas las maravillas fueron hechas con martillo y pincel, y para muestra están estos lugares donde —sin importar tu presupuesto— podrás degustar verdaderas obras de arte culinario.

Foto por Nikola Bikar en Unsplash

$$$ -$$$$ Para bolsillos llenos y estómagos vacíos

Cibréo
Fabio Picchi, su chef propietario, es el responsable de que este desenfadado restaurante sea uno de los más respetados de la ciudad y una de las recomendaciones permanentes de la Guía Michelin. Su propuesta es estacional y no cuenta con menú fijo, aunque la mayoría de sus platos están basados en recetas de cocina tradicional toscana. Te aseguramos que te encantará aun sin saber que habrá en su carta el día de tu visita.

La Bottega del Buon Caffè
Es el sitio perfecto para una cena romántica, pues ostenta una inigualable terraza con vista al río Arno y una decoración sumamente elegante. Su carta de vinos está compuesta por más de 1,000 etiquetas, mientras que su menú varía de acuerdo a la temporada; aquí les gusta presumir su estrella Michelin y sus prácticas farm to table.
Si llegas al mediodía pregunta por su menú de almuerzo con cuatro tiempos.

$$ – $$$  Gran sabor a precio justo

Senz’altro Bistrot
La mayoría de los restaurantes florentinos se esfuerzan por apegarse a las tradiciones culinarias de la región, algo que no sucede en este establecimiento, uno de los más innovadores de la ciudad. Comprobarás lo anterior a través de su decoración jovial y probando aventuradas creaciones, como lengua de res con puré de coliflor y pulpa de mandarina o pichón rostizado servido con hígado al gin. Muy interesante.

Le Cappelle Medicee
Aquí encontrarás un afortunado equilibrio entre lo rústico y lo elegante, entre la sencillez de sus platillos y el rigor puesto en la selección de los ingredientes y su preparación. Para abrir el apetito, pide su delizie de queso con miel y después prueba el filetto alla griglia: saciará tus necesidades cárnicas. Acompaña tu comida con algún vino toscano y finaliza con un rico tiramisú.

$ – $$ – Accesible para todos

All’ Antico Vinaio
La especialidad de este sitio casual son las focaccias, preparadas al momento con embutidos, carnes, quesos y legumbres frescas. A la cabeza de su sencillo menú está La Favolosa de Sbriciolona (embutido toscano), aderezada con crema de queso pecorino y alcachofas, y acompañada con berenjenas rostizadas a la melanzane. Delicioso, rápido y barato.

Il Buongustai
Esta pequeña hostería está muy cerca de la Piaza della Segnoria, por eso, cuando te dirijas hacia ella trata de no distraerte demasiado con los monumentos y mantén el ojo avisor, pues está escondida entre los callejones. En un ambiente casero y sin pretensiones podrás degustar platillos del día como la ribollita (sopa de pan y vegetales), una crepa a la florentina con queso y espinacas o un risotto con calabaza.