Tenemos que aceptarlo: los viajeros estamos obsesionados con tener nuestro documento de inmigración tapizado de sellitos. Pero, ¿sabes qué significan? Aquí te lo revelamos para que no te pase como a ese amigo que no sabe explicar su nuevo tattoo con forma de pluma.

Foto por Agus Dietrich en Unsplash

Forma es fondo
La forma geométrica que enmarca el sello varía de país en país, sin embargo, hay ciertas constantes. ¿Has notado que los sellos de entrada a Francia, España, Portugal o Grecia son todos rectangulares? Esto se debe a que forman parte del Espacio Schengen, un área que comprende 26 países europeos que han pactado reducir los controles fronterizos mutuos. Si te fijas con atención, verás que los sellos de entrada tienen líneas y esquinas rectas mientras que los de salida son redondeados. Esto sirve para distinguirlos fácilmente. Muchas otras naciones no pertenecientes a este grupo también han diseñado sellos distintos para marcar el ingreso o despedida de un viajero.
Mención especial merece Egipto: sus sellos tienen una sinuosa forma que recuerda al arte decorativo de aquel país.

Lo esencial: la fecha
Prácticamente todos los sellos llevan al centro la fecha de llegada y salida del portador, y sin importar si te lo estamparon en Tokio o Moscú, siempre verás esa cifra expresada en números arábigos, el sistema de numeración universal. Ojo: recuerda que en países de tradición anglosajona se suele colocar la fecha en un orden año/mes/día, contrario a como lo hacemos en América Latina (día/mes/año) ¡No te vayas a equivocar!

A todo color
¿Verdad que un pasaporte lleno de coloridos sellos luce increíble? Además de darle “vida” a tu documento, el tono del estampado te puede decir mucho acerca del país de tu visita. Si es verde, seguramente pertenece a algún país africano o de cultura islámica, pues en aquellas latitudes ese tono representa la vida y la fe. Claro que hay excepciones, como México, cuyos sellos verde con rojo recuerdan los colores nacionales. Por su parte, los países de la Unión Europea prefieren la sobriedad y practicidad del negro, mientras que el azul es el elegido de Estados Unidos, Chile y Argentina, cuyas banderas ondean dicho tono que recuerda al mar. China es un buen ejemplo del uso del rojo, pues allá se le considera un color de prosperidad y buena fortuna. A reserva de este ejemplo, verás que muchas naciones marcan la fecha con rojo para que no la pierdas de vista.

El encabezado
Nos referimos a la leyenda o texto que aparece en la parte central superior del sello, donde generalmente despliega el nombre de la institución que acredita el ingreso o salida del turista (Policia Federal do Brasil, Instituto Nacional de Migración de México, Department of Homeland and Security de EE UU). Algunos otros países prefieren dejar en claro su nombre oficial, y hay casos interesantes como el de Andorra, que presume en el sello su eslogan turístico: El Pais dels Pirineus.
En prácticamente todos verás un frase que aclara tu estatus como visitante temporal.

Elementos gráficos
No podemos dejar de mencionar los escudos de armas, que al igual que el color representan al país que te da la bienvenida. Ciertos países han optado por incluir la silueta de algún monumento o personaje emblemático, como Camboya, que presume un Angkor Wat miniatura en su sello. Los europeos lucen en una de sus esquinas un iconito con forma de tren, auto, barco o avión, dependiendo de la forma de ingreso del portador. En cambio, Japón, fiel a su estilo, ha sustituido buena parte de la información anterior con un código QR. ¡Más japonés, imposible!