Entre las muchas cosas extraordinarias que podrás encontrar en Islandia, hay una que te encantará si eres amante de la naturaleza y la vida silvestre. Es uno de los espectáculos más fascinantes de este destino: el avistamiento de ballenas en Reikiakiv.

Tomando un barco desde el puerto de la capital podrás observar una de las especies más hermosas y cautivadoras que habitan nuestro planeta. Al llegar a Reikiavik, te encontrarás con muchas empresas que te ofrecen este servicio por más de €85 euros.

Pero si compras tus boletos con anticipación, puedes encontrar un mejor precio. Uno de nuestros favoritos es este recorrido, que por €75 euros te lleva a las entrañas del mar desde el puerto de Reikiavik para conocer en vivo y todo color a estos impresionantes mamíferos.

Incluye la compañía de guías profesionales y experimentados que te explicarán la diferencia entre la ballena de minke, la jorobada, las marsopas y los delfines picudos, especies que rondan el océano Atlántico Norte. Además, te darán un traje térmico de flotación para que no pases frío.

El barco cuenta con camarotes con calefacción interior, baño y algo que sin duda te va a fascinar: ¡internet vía wifi a bordo! Así podrás compartir en vivo tu experiencia. Ya si el frío te parece muy extremo, también hay áreas interiores con ventanas panorámicas.

Aspectos a considerar

• Si por alguna razón no quieres o no puedes ir, siempre puedes cancelar hasta un día antes y recuperar tu dinero completo.
• Tu pase a esta atracción es válido por dos años. Así que si durante tu recorrido no logras ver ninguna ballena, podrás usar tu número de reservación para programar otra salida. Como tip: aunque todo el año se dejan ver, la mejor temporada es durante el verano.
• Si por el mal clima se llega a cancelar la actividad, la puedes reprogramar para otro momento, basta con que te pongas de acuerdo con el tour-operador en Reikiavik.

Si ya encontraste una increíble oferta en Gurú de Viaje o apenas estás planeando tu viaje (para este te recomendamos crear una alerta), esta puede ser otra actividad que puede complementar tu paso por Reikiavik, además de las auroras boreales y las aguas termales.