¿Has elegido Marruecos como la puerta de entrada al exotismo de África y el Medio Oriente? ¡Gran decisión! Ahora solo resta seleccionar los atractivos que incluirás en tu travesía. Te echamos una mano con nuestro top cinco de las mejores ciudades marroquíes para turistear.

Marrakech
Embrujo bereber

Photo by MAX LIBERTINE on Unsplash

Bazares, mezquitas y encantadores de serpientes: esto y más encontrarás en Marrakech, principal destino turístico de este país del norte de África. Comienza explorando la plaza Jemma el Fna, atestada de gente, música y colorido; espera a que caiga la noche y prueba la cocina tradicional marroquí dentro de sus puestos de comida. Otro punto imperdible es el Zoco, un laberinto de tiendas y puestos de artesanías, textiles y especias. ¿Te gusta la arquitectura? Contempla el exterior de la mezquita de Koutoubia, cuyo minarete de 70 metros es la estructura más elevada de Marruecos: ningún otro edificio le puede rebasar. También te encantarán los jardines de Menara y el espectacular Palacio Bahia. Por último, no dejes de experimentar una relajante sesión de baño y masajes en un tradicional hammam.

Fez
Joya solemne

Photo by Carlos Ibáñez on Unsplash

Esta antigua ciudad imperial es el corazón cultural y religioso de Marruecos, por ello encontrarás numerosos palacios y edificios bellamente decorados con mosaicos vidriados de color azul. Dos ejemplos notables son la madrasa (escuela islámica) de Karaouine y su mezquita; ojo: toma en cuenta que las edificaciones religiosas no permiten el acceso a los no musulmanes, así que solo podrás admirarlas por fuera.
Desde luego, el atractivo más interesante de la ciudad es la medina de Fez el Bali, un barrio de intrincados callejones que conserva el encanto que esperarías hallar en un cuento de Las mil y una noches. Allí verás bulliciosos zocos o mercados, puestos de comida callejera, el pintoresco barrio judío y el Palacio Real.

Casablanca
De aire europeos

Photo by Fabio Santaniello Bruun on Unsplash

Quizá su nombre te remita a la famosa película estadounidense ambientada en esta ciudad, la cual también es el centro industrial y económico más importante del reino. Ubicada a orillas del Atlántico, Casablanca fue un protectorado francés a principios del siglo XX, y el mejor testimonio de ello son los edificios art decó de su casco colonial: verás cómo la arquitectura modernista se entremezcla con el estilo árabe tradicional. Aquí también encontrarás largos litorales y playas, siendo la de La Corniche una de las más populares gracias a los cafés y tiendas que la bordean. ¿Recuerdas que te comentamos que las mezquitas suelen estar vedadas a quienes no profesan la fe islámica? Una excepción a la regla es la Gran Mezquita Hassann II, que con sus 30 mil metros cuadrados de extensión es uno de los centros espirituales más grandes del mundo. Sus monumentales pilares y alto minarete fascinan a los aficionados a la fotografía.

Essaouira
Romance en el Atlántico


Cuando veas esos muros y torres junto al mar creerás que forman parte de alguna pintura, sin embargo, pertenecen a una ciudad muy real: Essaouira, conocida también como Mogador. Por su atmósfera bohemia y el azul y blanco de sus construcciones, es el destino favorito de los románticos empedernidos. Comienza tu visita en la plaza Mulay el Hassan, donde no te faltarán opciones para probar un delicioso café o un té perfumado. Desde allí podrás iniciar una caminata alrededor del centro de la ciudad para conocer sus murallas y penetrar por sus puertas; cuando llegues a la de Bab Sebaa sabrás que ya estás muy cerca del mar y del puerto, con sus decenas de botes azules formando una bonita postal. Si te gusta la historia lánzate a la Skala de la Kasbah, uno de los fuertes mejor conservados de la ciudad; si lo tuyo es hacer compras, ve a la medina.

Chefchaouen
La vie en bleu

Photo by Fabio Santaniello Bruun on Unsplash

Del color del cielo despejado del desierto: así es Chefchaouen, cuya medina amurallada está pintada casi en su totalidad en varios tonos de añil. Tan solo perderse entre sus calles y terrazas es ya un verdadero placer, pues además de ofrecer buenísimas oportunidades para hacer foto, es la mejor forma de toparse con atractivos inesperados. Uno de ellos será la plaza Uta el Haman, salpicada de cafecitos y tiendas; también te encontrarás allí con la mezquita principal y con una fortaleza medieval conocida como La Alcazaba. ¿Quieres sugerencias para salir de compras? Ve al barrio de Jaracin y adquiere unos zapatos… o al también pintoresco distrito comercial de Sueca.