¿Eres amante del aire libre? ¿Te apasionan las ciencias naturales y la exploración? Entonces te van a encantar estos sitios hawaianos que demuestran que la Tierra es un planeta vivo en constante transformación.

Foto por Braden Jarvis en Unsplash

Cañón Waimea
Los locales lo conocen como el “Gran Cañón del Pacífico”, y aunque no tiene la misma magnitud que el famoso desfiladero de Arizona, sí cuenta con unas dimensiones sorprendentes: tiene más de 22 kilómetros de largo y casi mil metros de altura. Para apreciarlo en todo su esplendor deberás dirigirte al suroeste de la isla de Kauai y hacer una parada en alguno de los miradores que bordean la carretera. Si lo haces en temporada lluviosa podrás toparte con altísimas cascadas cayendo desde sus cimas.

Diamond Head
Este peculiar cráter extinto es todo un símbolo de Waikiki, la playa más famosa de la isla de Oahu, donde se ubica. Sus faldas están cubiertas por vegetación tropical, mientras que en su cima aún resplandecen restos de mineral de calcio, razón por la cual recibió ese nombre en inglés (cabeza de diamante). Si quieres verlo con tus propios ojos, realiza un caminata de trekking desde la base del volcán hasta la cúspide misma; desde allí tendrás una vista alucinante de la ciudad de Honolulu y del océano Pacífico.

Maunakea
¿Alguna vez te imaginaste ver una montaña nevada en Hawái? Por increíble que parezca, lo anterior es posible si visitas las cercanías del monte Mauna Kea, un volcán extinto que con sus 4,207 metros de altura es el punto más elevado del archipiélago hawaiano. Para explorar sus bosques y cimas nevadas puedes conducir desde la base hasta su centro de visitantes (a 2,804 metros de altura), y una vez ahí realizar alguna ruta de senderismo. Atención, fotógrafos: la cima de Mauna Kea es considerada uno de los mejores lugares para realizar fotografía astronómica en todo el mundo.

Parque Nacional Hawaii’s Volcanoes
Localizado en la isla de Hawái (es decir, la más grande del archipiélago), en sus más de 134 mil hectáreas podrás ver dos volcanes activos, el Maunaloa y el Kilauea; enigmáticos desiertos de roca negra; selvas y bosques tropicales; así como playas, bahías y acantilados costeros. A pesar de lo agreste que suena todo, acceder a este parque nacional es relativamente sencillo: renta un auto y conduce hacia el suroeste de la ciudad de Hilo, y una vez en el centro de visitantes de Kilauea apúntate en las caminatas guiadas por un experto.

Puu Pehe
¿Quieres ganar seguidores en Instagram? Lánzate a la isla de Lana’i y sigue los señalamientos al suroeste hasta arribar al brazo de tierra que separa las bahías de Manele y Hulo’po, el punto exacto donde se ubica el promontorio rocoso de Puu Pehe, favorito de los fotógrafos de paisajes y atardeceres marinos. Según una leyenda, en la cima de la roca reposan los restos de una princesa hawaiana que no pudo ser salvada de una tormenta por su celoso marido, quien, luego de sepultarla allí, saltó hacia el vacío… Como podrás notar, se trata de un sitio con un romanticismo peculiar, como muchos parajes naturales de Hawai.