¿Visitarás con nosotros la capital alemana en el increíble tour que va de Cancún a Europa? Te vamos a ser sinceros: encapsular la historia, diversidad y dinamismo de la capital alemana en un solo día no fue sencillo; sin embargo, creemos que este plan para viajeros con poco tiempo brinda la oportunidad de llevarse lo mejor de Berlín en la mente y el corazón.

Por la mañana
Los veganos de todo el mundo adoran Berlín porque es una de las ciudades con mayor oferta gastronómica y comercial para ellos, y el mejor ejemplo de ellos es Brammibal’s Donuts, cuyo menú se compone por donas fritas sin grasas animales y cafés flat-white sin productos lácteos de por medio. Sin importar si sigues este régimen alimenticio, desayunar aquí es buenísimo y muy ad hoc con la vibra alternativa de la ciudad.
Ya con calorías en la sangre podrás recorrer Alexanderplatz, una gran explanada en el Berlín oriental donde se sitúan la torre Fernsehturm (que parece salida de una película de los años sesenta sobre el espacio) o el Weltzeithur, un reloj mecánico de la época comunista que te dará la hora de cualquier latitud del mundo.
Después, dirígete hacia las orillas del río Spree hasta toparte con la Berliner Dom, catedral luterana coronada por una gran cúpula de bronce y varias estatuas votivas.
Desde allí podrás hacer una caminata por la avenida Unter den Linden, el bulevar más importante y fotogénico de todo Berlín. En el camino te encontrarás con la señorial Ópera Estatal y finalizarás a los pies de la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la ciudad y de su reunificación.

Foto por Giulia Gasperini en Unsplash

Por la tarde
Luego de dedicarle la mañana a caminar entre palacios seguramente querrás recargar baterías al más puro estilo alemán: bebiendo cerveza y comiendo sustanciosas delicias. Ubicado al noreste del centro de Berlín, en Zur Haxe podrás probar especialidades bávaras como la sopa de gulash, salchichas blancas de ternera y cerdo o un strudel tirolés de manzana. ¿Ya te mencionamos la cerveza?
Luego de disfrutar una comida muy al estilo de los hermanos Grimm será momento de cambiar de época y de estado de ánimo, pues te sugerimos visitar el DDR Museum, un peculiar espacio que recrea el estilo de vida de la Alemania Oriental durante la Guerra Fría. Allí conocerás el Trabant, modelo de auto compacto más popular de la época, así como la estética y tecnología de inspiración soviética que dominaba en el Berlín comunista.
Una vez empapado con el contexto histórico de los dos Berlines no queda más que dirigirte a East Side Gallery, nombre que recibe una de las secciones del viejo Muro de Berlín. Intervenidos por grafitis y pintura mural, los más de 1,300 metros de pared obligan a pensar sobre los acontecimientos sociales y políticos que marcaron al mundo en el último siglo.
Finalmente, antes de que se vaya el sol, debes hacer una visita al Memorial del Holocausto, un inmenso espacio escultórico cuyos 2,700 bloques de concreto pretenden sensibilizar a las nuevas generaciones sobre el terror vivido por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, un espacio para el recogimiento y la reflexión.

Por la noche
Si algo caracteriza a la capital alemana es su capacidad para reinventarse y convertirse en una de las urbes más vanguardistas y diversas de todo el planeta. ¿Quieres una muestra de ello? Visita el barrio de Kreuzberg, al sureste de la ciudad, considerado uno de los distritos más hipster y alternativos de toda Europa. La ruta debe incluir el mercado turco (no olvides probar algún bocadillo) y el centro cultural Køpi, un complejo de viviendas tomado por el movimiento okupa en respuesta a las alzas de los alquileres y el desplazamiento de los habitantes del barrio. Aquí podrás presenciar alguna película independiente, participar en un taller de resistencia social o escuchar una banda de punk en vivo. Un sitio superauténtico.
Mentalízate con la siguiente frase: «Es de noche y estás en Berlín», y te sugerimos que lo hagas porque sin duda debes aprovechar tu visita a la capital europea de la vida nocturna; hay zonas de antros para todos los gustos: si quieres divertirte en los legendarios clubes Prince Charles y Ritter Butzke debes ir a Orianenstrasse; para disfrutar la vibrante escena LGBTQI de la urbe te recomendamos hacer una ruta de bares y antros en Winterfeldplatz, sede del festival gay más grande de Europa. Si tu onda es más «cosmopolita», date una vuelta por Simon-Dach Strasse, concurrida por hipsters, punks, sibaritas y señoras desveladas por igual.