Una de las grandes ventajas de ser un país con tanta actividad geotermal, son las albercas naturales que se forman y se pueden encontrar a lo largo de todo Islandia. ¿Estarás unos días en Reikiavik? Lánzate a este tour de ida y vuelta por la Laguna Secreta.

Foto por ShutterstockPara muestra, la Laguna Secreta. Esta laguna natural de aguas cristalinas es considerada una de las piscinas geotérmicas más antiguas de Islandia. Darse un baño en sus aguas calientes —con su espectacular paisaje natural— es algo único. 

A tan sólo una hora y media de Reikiavik, puedes llegar hasta allá rentando un coche y adquirir tus entradas directo en las taquillas. Con tu ticket podrás acceder a las aguas termales, a los vestidores y a las regaderas, que, por cierto, son obligatorias antes de meterte a la piscina.

Por otro lado, si no cuentas con coche y decides irte en un tour, por €68 euros puedes contratar un autobús que te llevará desde tu hotel en Reikiavik hasta la Laguna Secreta en Flúðir y de regreso. La tarifa incluye tu entrada a las aguas terminales y una toalla para que no cargues más de lo necesario. Así te olvidas de la logística y te dedicas sólo a disfrutar del camino.

Si por alguna razón al final decides no ir, puedes cancelar con 24 horas de anticipación y recuperar el 100% de tu dinero sin ningún problema.

Guía práctica

El agua de esta laguna puede variar entre los 36 y 40 grados, así que por el frío ni te preocupes que no lo vas a sentir. Es algo tan normal, que en Islandia no existen los calentadores de agua en las casas porque el agua sale caliente directita desde el subsuelo.

Más que una visita turística, sumergirte en las aguas termales tiene muchísimos beneficios para tu salud: aumenta la oxigenación del cuerpo, mejora el metabolismo y estimula el sistema digestivo. Además, las aguas termales tienen una bacteria llamada «sulfobacteria» que actúa como método antienvejecimiento para la piel, guiño guiño.