Viajar con niños no tiene por qué ser un suplicio, solo se necesita un poco de planeación extra. Esto es lo que te recomendamos que tengas en cuenta cuando elijas un hotel.

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Ubicación del hotel y las habitaciones
De nada sirve un hotel súper kid-friendly si queda muy lejos de los atractivos que quieres disfrutar en tu destino o está en una zona de difícil acceso. Busca un hotel céntrico que te permita hacer traslados cortos, porque todos sabemos que los niños y los largos viajes en coche no son precisamente compatibles. Lo mismo con la ubicación de las habitaciones: si quieres tener noches más tranquilas y no tener que lidiar con ruidos extraños, checa que no estén muy cerca del bar o la alberca del hotel.

Elige habitaciones contiguas o suites
Pregunta por los precios de habitaciones contiguas, para que los niños puedan tener su propio espacio (esto puede hacer mucho más fácil la hora de dormir). También puede valer la pena pedir una suite, que cumplirá la misma función de delimitar espacios. Si los niños necesitan una cuna o algún otro elemento especial para dormir, también puedes checar previamente las opciones. Lo mismo si requieres de mecanismos para su seguridad, como cubiertas para las esquinas de las mesas o seguros para puertas y cajones: varias cadenas de hoteles ofrecen kits gratuitos.

Comida
Hay pocas cosas peores que un niño con hambre cuando no hay alimentos cercanos. Te recomendamos elegir un hotel con desayuno incluido y con menús especiales para los pequeños en los restaurantes. Esto te permitirá tener mañanas un poco más relajadas, en lugar de buscar frenéticamente un lugar para desayunar, además de que ayudará a recortar los costos de tus vacaciones familiares. Si necesitas snacks para evitar emergencias el resto del día, ve preparado. También revisa que el cuarto tenga refri por si requieres guardar algún elemento o leche.

Descuentos en atracciones de la ciudad
Vale la pena consultar si tu hotel tiene descuentos para parques de diversiones u otros atractivos de la ciudad que sean adecuados para niños. Con frecuencia podrás encontrar pases a mejor precio que si los compras directamente en los parques, además de que en la recepción te pueden ayudar a planear excursiones de un día o a conseguir transporte fácilmente.

Piscinas y otras amenidades
Por más bien portados que sean los niños, no podrán pasar todo el tiempo encerrados en su habitación. Asegúrate de que tu hotel tenga piscina o algún espacio recreativo para pequeños, donde podrán pasar las horas muertas entre una actividad y otra. Pregunta también por actividades o talleres que se ofrezcan en el hotel, son comunes sobre todo en épocas como el verano o la Semana Santa.