No sólo las calles de las ciudades son visitadas por la fauna, las tortugas salen de los mares a dejar sus huevos con toda libertad.

Sin duda alguna, el turismo masivo es cosa del pasado, al menos por ahora pues es probable que en un futuro no muy lejano, los humanos invadiremos de nuevo los ecosistemas más hermosos. Gracias a esto, las tortugas desovan por ausencia de humanos en las playas. El coronavirus no sólo ha sido señal de paz para los delfines en las costas italianas, los peces en aguas venecianas o hasta a los pavorreales en las calles españolas.

Foto por Francesco Ungaro en Unsplash

El covid ha logrado que los depredadores más peligrosos para las tortugas desaparezcan cuando deben salir del océano a enterrar sus huevos y futuros bebés.

Los niveles de contaminación se han reducido de manera drástica en todo el mundo, incluso en las grandes urbes en donde el tráfico a las horas picos como por arte de magia desapareció.

Más tortugas que de costumbre

De acuerdo con el portal de noticias The Hindu, después de siete años, las tortugas marinas de la especie Olive Ridley llegaron a tierra firme para anidar en masa en la playa india Rushikulya y seguramente, este fenómeno se suscitará en muchas otras playas propicias para la anidación, todo esto, porque los seres humanos nos encontramos en casa, aislados y temerosos de que un virus nos arrebate la vida.

Los crueles paseos en elefante se han suspendido pues claro, todos los viajes de placer se suspendieron. Además, la suspensión de las corridas de toros han salvado cientos de vidas de estos mamíferos y si todo sale bien, en unos ochenta días habrá más tortuguitas marinas que de costumbre.

Claro, esto no significa que todas ellas sobrevivirán, la selección natural hace su trabajo y sólo un tanto logrará llegar al fondo del mar.