El temor de muchos, sin duda cualquier movimiento en el avión suele causar un poco de nervios entre los pasajeros. Para calmar el miedo, aquí te explicamos a qué se deben estas ligeras sacudidas.

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Causas y efectos de las turbulencias

  • Se dan cuando entran en contacto diferentes corrientes de aire que corren en direcciones y velocidades distintas, es decir, por las corrientes de conexión. Esto suena un tanto técnico, pero básicamente es cuando pasas por masas de aire calentadas por el sol que suben y forman nubes.
  • Otra causa de turbulencia son las llamadas «cizalladuras», que se dan cuando el viento cambia repentinamente de dirección o velocidad. Es más común estando a alturas elevadas y en lugares con diferentes frentes meteorológicos. Las zonas donde más se presenta este fenómeno es cerca de lugares montañosos y en los límites entre la tierra y el mar. O bien, durante tempestades.
  • Las que pudieran ser más fuertes se conocen como CAT (Clear Air Turbulence) o turbulencia en aire claro. ¡Pero tranquilo! Hoy en día los aeropuertos y aviones cuentan con radares meteorológicos que permiten evitar los lugares con anomalías meteorológicas, incluyendo las zonas de turbulencias.

Temporadas de turbulencias
Aunque parezca extraño, hay temporadas del año que son más propensas a que durante los vuelos sientas turbulencias. Por ejemplo:

  • Volar en invierno es mucho más tranquilo que en verano, ya que durante esta época el aire pesa más. Es decir, es más denso. Además, el sol calienta poco y no crea corrientes ascendentes. Sin embargo, en el verano es más común sentir turbulencia porque el aire es menos denso y los aviones son mucho más pesados.
  • Si tu hora de salida coincide con la hora más calurosa del día, entre las 5:00 y las 7:00 de la tarde, puede que se produzcan más turbulencias por el calor. Es también en este horario cuando se presentan las «cumulunimbus», las clásicas nubes de tormenta. Así que, si quieres evitar esta sensación, no viajes durante estas horas.

Ahora que ya sabes que son evitables y que no es nada más que airecito, vuela tranquilo. En todo caso, la estructura del avión está hecha para soportar todo tipo de turbulencias. Y por otro lado, los pilotos saben qué hacer y cómo reaccionar en cada caso.