Esto es lo que sabemos: al menos seis turistas entraron a la ciudadela inca de Machu Picchu en Perú para pasar la noche porque se les hizo fácil. Accedieron por una de las zonas cerradas al público y lograron pasar al Templo del Sol. Su chistecito podría costarles hasta cuatro años en prisión.

Foto por Jeremiah Berman en Unsplash

Las autoridades peruanas encontraron en la madrugada del domingo a los seis turistas cuyas nacionalidades pertenecen a Brasil, Argentina, Francia y Chile. Entre los delitos que se les acusa están haber provocado la caída de uno de los muros de la fortaleza y defecar en la ciudadela. Esto implica un atentado grave contra el patrimonio cultural del país.

De acuerdo con las declaraciones hechas por el jefe de la región policial del Cusco, Wilbert Leyva, al menos cinco de estas personas serán deportadas y tan solo uno irá a juicio por tratar de robarse una piedra. Aunque todavía se están realizando las investigaciones pertinentes para valorar el costo de los daños.

Machu Picchu ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad en dos ocasiones: en 1983 y en 2007. Se encuentra en la cima de una montaña de más de 2 mil metros de altura, a unos 800 kilómetros de la ciudad de Cusco. En Perú es considerada como la atracción principal del país. Por lo mismo, las autoridades se toman demasiado en serio cualquier acción que la ponga en peligro.

Estas personas, cuatro hombres y dos mujeres, pusieron su vida en riesgo al entrar por zonas que están prohibidas debido al estado de conservación en el que se encuentra el lugar. Una noche de diversión se convirtió en un futuro de incertidumbre. No sean así.