La capital de Cataluña es un destino que cautiva a todos, sin embargo, los peatones son quienes seguramente disfrutan más sus elegantes barrios, edificios únicos y vibra efervescente. Estas son nuestras vialidades favoritas para experimentar todo lo anterior.

Foto por Erwan Hesry en Unsplash

Las Ramblas
Sin duda es la vialidad más conocida, diversa y emblemática de Barcelona, a donde la mayoría de los turistas acude para empaparse de la atmósfera de la ciudad. Su punto de inicio es la Plaza Cataluña, y continúa por un kilómetro y medio hasta llegar al puerto. A lo largo de toda su longitud se divide en secciones como la Rambla de Canaletes (llena de vida y comercios); la de los Estudios; la de las Flores (donde se encuentra el mercado de La Boquería); la de los Capuchinos (donde está el Palacio Güell) y la de Santa Mónica, que desemboca en la Plaza Colón, colmada de bares y restaurantes.

Paseo de Gracia
Su trazo y decorado la hacen muy parecida a los Campos Eliseos de París; a su vez, es una de las avenidas con mayor legado arquitectónico de Barcelona: allí te vas a encontrar bellos edificios modernistas como las casas Milà y Batlló de Gaudí o la Casa Lleó Morera diseñada por Luis Domenech —todas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de admirar fastuosas mansiones, en el Paseo de Gracia podrás completar tu lista shopping pues cuenta con numerosas boutiques y tiendas de marcas internacionales.

Foto por Tyler Hendy en Unsplash

Avenida de Gaudí
Mejor nombre no podía tener esta avenida, pues concluye (¿o arranca?) al pie del monumento más celebrado de la Ciudad Condal: la Catedral de la Sagrada Familia, diseñada por Antoni Gaudí. Otras joyas que encontrarás a tu paso son la fuente diseñada por Màrius Quintana, una escultura de Apel-les Fenosa, así como el bello Hospital de San Pablo, proyectado por Luis Domenech. Amplia, señorial y dotada con carriles peatonales, se antoja la vía perfecta para dar un paseo bajo sus tilos y platanales o detenerse a beber algo en alguna terraza sobre la acera.

Carrer del Bisbe
Su nombre quiere decir «Calle del Obispo» en lengua catalana, un apelativo que le viene muy bien si tomamos en cuenta que la vía atraviesa el Barrio Gótico, de orígenes medievales. Y aunque posee una estética de cuento de hadas, el monumento más bonito y fotografiado del Carrer del Bisbe no fue construido en el medioevo: el Puente del Obispo o Pont del Bisbe fue construido en 1929 como una imitación al estilo gótico flamígero. Prácticamente no hay viajero que no se detenga unos minutos a observar esta pasarela, la cual comunica a la Casa de los Canónigos, residencia oficial del presidente de la Generalitat de Cataluña.

Foto por Anastasiia Tarasova en Unsplash

Portal del Ángel
Peatonal y llena de vida, ha sido considerada la calle con las tarifas de alquiler más caras de toda España, pues son muchísimos los comercios y tiendas de alto nivel que la flanquean. Al igual que en Las Ramblas, la presencia de músicos y artistas callejeros es muy habitual en el Portal del Ángel, por lo que te aseguramos que te mantendrás entretenido la mayor parte de tu paseo por esta vía. Otros motivos de asombro son sus escaparates así como los balcones suspendidos de sus mansiones modernistas.

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