Entre que son peras y son manzanas, todavía no se deciden si el cubrebocas es indispensable o no. De cualquier forma nunca está de más prevenir. Si no cuentas con una mascarilla, intenta hacer una con las cosas que ya tienes en casa. Acá te decimos cómo.

¿Estas listo? Necesitarás tela de algodón (preferentemente dos rectángulos de 25 x 15 cm), dos tiras elásticas que pueden ser ligas para el cabello, aguja, hilo, tijera, regla y lápiz. Si lo piensas bien no es nada que no tengas en casa.

Paso 1

Asegúrate de medir bien la tela que vas a recortar para que te queden dos rectángulos de 25 cm por 15 cm. Te recomendamos utilizar alguna playera vieja o sábanas que ya no utilices. Sé creativo en cuanto al material estampado.

Paso 2

A esos rectángulos les tienes que hacer un dobladillo de 0.6 cm en los lados más largos (los de 25 cm) y de 1.25 cm en los de 15 cm. Este dobladillo te ayudará a reforzar la mascarilla, así que tómatelo con calma.

Paso 3

Vas a tener que fijar el dobladillo con hilo, asegurándote de dejar el espacio para insertar las ligas elásticas en los lados anchos, aquellos de 15 cm. Recuerda que éstas van en tus orejas, por lo que deberás asegurarte que tengan el tamaño ideal.

Una vez que hayas insertado las ligas elásticas, vuelve a coser los extremos de los dobladillos de la mascarilla con el fin de asegurarlas.

Paso 4

Levanta la mascarilla y tira de las cuerdas elásticas hasta acomodarlas para que los nudos queden dentro del dobladillo. Pruébatela y ajusta la parte de arriba y de abajo para que cubra tu nariz y boca. Ahora sí, ¡ya estás listo para salir a las compras!

Recuerda que para desinfectarla tan solo es necesario lavarla en la lavadora, así como lavarte bien las manos cuando te la vayas a poner para evitar que te toques la cara.

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