Canadá ocupa más o menos la mitad de Norteamérica, o casi diez millones de metros cuadrados. ¡Eso es mucho espacio para visitar! Acá te contamos cuándo debes planear tu viaje según las actividades que quieras hacer.
Para practicar deportes de invierno y ver la nieve

Personas jugando hokey sobre hielo. Foto por Priscilla Du Preez en Unsplash

 
Los meses de invierno comienzan a principios de diciembre y finalizan hasta marzo o abril. En la semana entre Navidad y Año Nuevo, los precios son más altos, pero también hay festivales y actividades que son atractivas para los visitantes. A partir de mediados de enero, las temperaturas bajan, lo mismo que los precios. Es un momento perfecto para aprovechar las ofertas y aprender a esquiar, ya que en febrero los precios vuelven a subir por vacaciones escolares.
 
Para conocer las grandes ciudades sin tanta gente
Toronto de noche. Foto por James Wheeler en Pexels

 
Desde finales de abril, la nieve comienza a derretirse y ya no es conveniente viajar para hacer deportes de invierno, pero sí para recorrer las ciudades del norte, como Ontario, Montreal y Toronto sin morir de frío en el intento. Puedes visitar las cataratas del Niágara o las bellas islas Thousand, un archipiélago de más de 1,700 islas. Para un clima aún más templado, es un buen momento para visitar Vancouver.
 
Para disfrutar de bellezas naturales
Persona paseando en bote en el Lago Louise (Provincia de Alberta). Foto por Headshatter en Pexels

 
Entre mayo y junio, la primavera llega con fuerza, así que podrás ver la naturaleza canadiense en todo su esplendor, pero sin los grandes flujos turísticos del verano. Zonas muy al norte, como el Yukon, comienzan a deshielarse. Esta es más o menos la situación en septiembre y octubre, cuando se puede apreciar el hermoso otoño, sin sufrir las temperaturas muy bajas ni las lluvias que llegan en noviembre. También es la mejor temporada para comer salmón fresco y hacer otro tipo de deportes, como ciclismo, hiking, rafting y demás.
 
Para vivir el destino en su mejor momento
Avistamiento de orcas. Foto por Frank Busch en Unsplash

 
Por su clima templado y actividad cultural, el verano (mediados de julio a mediados de agosto) es la época más popular para visitar, por lo que lo mejor es planear el viaje con al menos seis meses de anticipación. Los precios serán un poco más altos que en primavera, pero se pueden disfrutar festivales al aire libre, un clima soleado y otros atractivos, como el avistamiento de orcas en British Columbia.