La capital cultural de Canadá es tan rica en atractivos que, sin importar que tu estancia sea corta, no te quedarán espacios sin cubrir en tu agenda de viaje. Échale un ojo a este itinerario y verás por qué te lo decimos.

Día 1
9:00 a. m.
Dale los buenos días a la ciudad francófona más grande de América probando delicias francesas en Le Valois, que entre semana sirve desayunos de 9:00 a 11:00 mientras que los sábados y domingos ofrece un suculento brunch. Se ubica en uno de los barrios de moda de la ciudad, Hochelaga-Maisonneuve, por lo que puedes esperar una vibra casual y contemporánea.

11:00 a. m.
La mejor forma de adentrarse en el legado de una ciudad es caminando por su casco antiguo, que aquí es conocido como Vieux-Montréal. Te encantarán sus calles empedradas y sus balcones con flores (si vas en primavera o verano, claro); sus parques con fuentes y sus construcciones históricas. Una de las más bonitas y emblemáticas es la Basílica de Notre Dame de Montreal, una verdadera joya del estilo neogótico que parece haber sido transportada al presente desde tiempos medievales. Tip: por la noche ofrece un espectáculo de iluminación que no te puedes perder.

13:00 p. m.
Recuerda que en estas latitudes se acostumbra comer en torno al mediodía, por lo que te sugerimos imitar a los locales y hacer una pausa para alimentarte. ¿Quieres continuar el idilio francés? No pierdas tiempo y corre para encontrar una mesa exterior en la crepería Chez Suzette. En cambio, si te inclinas por lo vegano, orgánico y vegetariano, debes checar la carta de LOV. ¿Prefieres un sándwich y una cerveza? Acude a Café Titanic, toda una institución de Vieux-Montréal.

15:00 p. m.
A estas alturas ya debes estar en el Vieux Port de Montreal, un área que bordea el río San Lorenzo y donde antaño se ubicaban los muelles comerciales de la ciudad. En la actualidad, sus dos kilómetros de largo concentran muchísimas actividades para toda la familia. Si viajas en verano te sugerimos tomar un crucero para ver la ciudad como lo hicieran los viejos navegantes, y luego regresar a tierra firme para descansar en las playas ribereñas. En cambio, si vienes en invierno, aprovecha la cercanía del Centro de Ciencias y hazle una visita. También podrás practicar patinaje sobre hielo en el vecino lago Bassin Bonsecours.

18:00 p. m.
Gánale la batalla al apetito cenando en un edificio construido en tiempos de Napoleón. El restaurante que lo ocupa y que te recomendamos se llama Barroco y sirve platillos españoles, franceses e italianos. Pregunta por su carta de vinos y cocteles y empápate de su vibra sofisticada.

20:00 p. m.
Despide tu primer día en Montreal por todo lo alto visitando el mirador del Parque Mont Royal, la elevación más emblemática de la ciudad. Sin importar si miras por sus telescopios o con el ojo desnudo, tendrás frente a ti una espectacular vista de la metrópolis completamente iluminada.

Día 2

9:00 am
¿Quieres tomar la primera comida del día en un entorno chic y creativo? Reserva una mesa en Crew Collective & Café, ubicado dentro de las lujosas instalaciones de un banco de los años veinte. Su menú de desayunos se especializa en quiches, bagels y bowls energéticos, los cuales puedes acompañar con su excelente selección de cafés y tés. El restaurante también cuenta con un espacio de coworking, de modo que verás a muchos freelance empezando su día laboral bajo los opulentos techos.

11:00 a. m.
¿Eres fan de los museos? Sin importar tu respuesta estamos seguros de que te encantará nuestra siguiente recomendación: el Museo de Bellas Artes de Montreal, una de las instituciones culturales más importantes de Norteamérica. Asociado con los principales museos de arte de todo el planeta, su colección está compuesta por más de 40 mil obras (!). Toma nota: si tienes menos de 30 años podrás entrar a sus exposiciones permanentes completamente gratis.

De Wikimedia Commons, the free media repository.

13:00 p. m.
Haz un paréntesis para almorzar en Le Beaux-Arts Bistro, ubicado dentro del Museo de Bellas Artes. En su menú encontrarás snacks, sándwiches de autor y ensaladas; para acompañar te sugerirán algún té premium o incluso una taza de café tostado en la mismísima Quebec.

15:00 p. m.
No todo el arte de Montreal se exhibe tras las vitrinas, y para comprobarlo puedes dirigirte al barrio de Plateau Mont-Royal, famoso por sus callejones y edificios cubiertos por vibrantes piezas de street art. También bonitas y fotogénicas son sus casas de estilo de victoriano, muchas de ellas pintadas con llamativos colores.

17:00 p. m.
A lo largo de tu caminara por Plateau Mont-Royal habrás notado que este es uno de los distritos más bohemios y creativos de la ciudad, por lo que no debes dejar de conocer sus tiendas de diseño independiente. Sobre la avenida Mont-Royal, la más importante del barrio, también encontrarás cafeterías, tiendas de dulces típicos y librerías con mucha vibra hipster.

19:00 p. m.
Despídete de Montreal brindando en las cervecerías de Plateau Mont-Royal. Si eres de paladar aventurero entra a Dieu du Ciel y prueba las deliciosas maltas experimentales que ahí mismo fabrican. Para beber en un ambiente más sofisticado puedes visitar la microcervecería Siboire, instalada en un elegante edificio de principios del siglo XX.