¿Compraste un boleto a Beijing? ¿Harás realidad tu sueño de conocer la Gran Muralla? Antes de despegar hacia la enigmática China, considera estas realidades para que tu viaje sea armonioso.

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La comida china no es como la imaginas
Sí, tal vez hayas escuchado un montón de rumores sobre cómo los chinos comen toda clase de cosas, y la respuesta que podemos darte es… en parte. Dependiendo de la región donde te encuentres, la gastronomía local tenderá a usar ingredientes sencillos y accesibles, sin importar si son insectos, caballos o nidos de ave. Nuestra recomendación es que abras tu mente y tu paladar y te atrevas a descubrir nuevos sabores.

El acceso a ciertas plataformas digitales está restringido
El gobierno central siempre ha sido muy reticente respecto a la entrada de compañías como Google o servicios de mensajería como WhatsApp, lo cual significa que tendrás que recurrir a un bloqueador de IP o VPN (descárgalo antes de viajar) para poder utilizar los tan vitales Instagram, Facebook, Youtube o Twitter.

No todo es Shanghái o Beijing…
¡China es gigantesco! Y si bien sus principales urbes son un verdadero imán, sus villas campestres, desiertos, montañas y selvas merecen ser visitadas. Lo anterior lo sugerimos no solo como deber viajero, sino para que puedas volver a casa con una estampa de la diversidad natural y cultural de este gigante.

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Ni en todo el país se habla mandarín
Con un aproximado de 65 grupos étnicos, es de esperarse que el mandarín (la lengua más difundida) no sea la única, algo que cobra más relevancia si te internas en el sur, donde domina el cantonés, o si viajas hacia el oeste del país, habitado por pueblos de origen túrquico y mongol. ¡Más vale descargar una app de traducción de idiomas!

¡Ah! Y respecto al inglés…
A pesar de que China es cada vez más abierta al mundo global, el uso del inglés como lengua para comunicarse con el exterior es todavía limitado. Sí, tal vez te encuentres con muchos jóvenes que sí lo hablan, pero lo cierto es que serán la excepción. ¡Ve ensayando tus mejores señas para comunicarte!

El clima es muy extremo
Por su ubicación entre zonas árticas y tropicales, buena parte del territorio chino tiene condiciones climatológicas muy cambiantes. Si viajas en los meses cálidos (de marzo a agosto) podrás encontrarte con tremendos calores y tormentas ciclónicas, mas al llegar el invierno las temperaturas realmente descienden más allá del límite de los 0 ºC. Más vale investigar con anticipación cuál será el estado del tiempo en tu destino.

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Si eres occidental, tendrás todas las miradas sobre ti
Esto podrá sonar gracioso o hasta increíble, pero muchos viajeros aseguran que los chinos están tan fascinados por la presencia de extranjeros en su país que no dudan en hacerles fotos —sin importar cuál sea la situación. Hazte a la idea de que llamarás la atención y aprovecha para hacer nuevos amigos o conversar con locales.

Los modales son muy diferentes
Prepárate para que tu espacio personal se reduzca casi a cero (sobre todo en las grandes ciudades), a ser empujado en la calle o a presenciar más escupitajos de los que estás dispuesto a tolerar. Así como los pulcros japoneses sorben ruidosamente su comida, o los árabes acostumbran eructar en público, los chinos tienen su propio código de buenos modales.

Su historia es antiquísima y su cultura muy rica
No está de más recordarte que la civilización china se ha mantenido en pie desde hace milenios, lo cual se manifiesta en construcciones asombrosas, tradiciones muy complejas y un legado histórico bien intrincado. Alístate para ser bombardeado por siglos y siglos de sucesos.

Los chinos son muy amigables
Este país está experimentando una lenta pero imparable apertura hacia al resto del mundo, y ello significa que los turistas extranjeros son aún una rareza bien agradecida en la China interior. No te faltarán gestos de amabilidad y cortesía mientras exploras este asombroso territorio.